EL GORRIÓN DE MONDIÓN*
Aunque ustedes no lo crean, hace muchos, muchos años, los gorriones se comían a la gente. Uno no podía salir a la calle que aparecía volando un gorrión y se lo comía. En el reino de Mondión no sólo ocurría ésta calamidad sino que los insectos eran una plaga crónica.
Un día, el rey de Mondión decidió poner fin al cruel accionar de los gorriones y a la plaga de insectos y llamó a un hechicero terrocero para que encontrase solución al problema. El hechicero pronto entendió la gravedad de la situación y puso manos a la obra: Se convirtió en gorrión y salió volando hacia una bandada de gorriones
“Soy el Gorrión de Mondión”, decía, “toco el acordeón”
“Miren”, se dijeron unos a otros los gorriones, “es el Gorrión de Mondión”.
“¡Y toca el acordeón!” Agregó otro, aunque ninguno se preguntó quién era exactamente el gorrión de Mondión y por qué él afirmaba que era susodicho gorrión. Tales asuntos metafísicos no concernían a las mentes de los gorriones. Un gorrión sólo se limita a imitar lo que hacen los demás gorriones y, por lo tanto, empezaron a imitar al Gorrión de Mondión. ¡Pronto los acordeones de Mondión fueron famosos en todo el mundo!
Una vez captada la atención de los gorriones el hechicero-gorrión de Mondión puso en marcha la segunda parte de su plan: Se lanzó en picada hacia un enjambre de langostas y comenzó a picotearlas
“¡Que rico, ñame, ñame!” dijo, y enseguida los gorriones, que como se sabe siempre hacen lo que hacen los demás gorriones y si no lo creen vayan a una plaza y miren como hacen los gorriones, lo imitaron y comenzaron a comerse las langostas y otros insectos que ése día no la pasaron muy bien.
Contento por el éxito de su empresa, el hechicero-gorrión de Mondión volvió volando al castillo del Rey de Mondión.
Al verlo venir tan impetuoso hacia él con forma de gorrión, el Rey de Mondión se asustó y ordenó a los soldados que dispararan sus arcabuces. El hechicero-gorrión de Mondión maldijo la estupidez del Rey de Mondión, la de sus soldados y la suya propia mientras caía al piso revolcándose, escupiendo langostas y recuperando su forma original. Al contemplar al hechicero terrocero acribillado ante su trono, el Rey de Mondión cayó en cuenta la estupidez del hechicero terrocero, de la de sus soldados y la suya propia y, levantándose solemnemente anunció: El gorrión de Mondión ha muerto. Larga vida al gorrión de Mondión.
Vaya imbéciles!
*Cuento popular tramoyano.
Aunque ustedes no lo crean, hace muchos, muchos años, los gorriones se comían a la gente. Uno no podía salir a la calle que aparecía volando un gorrión y se lo comía. En el reino de Mondión no sólo ocurría ésta calamidad sino que los insectos eran una plaga crónica.
Un día, el rey de Mondión decidió poner fin al cruel accionar de los gorriones y a la plaga de insectos y llamó a un hechicero terrocero para que encontrase solución al problema. El hechicero pronto entendió la gravedad de la situación y puso manos a la obra: Se convirtió en gorrión y salió volando hacia una bandada de gorriones
“Soy el Gorrión de Mondión”, decía, “toco el acordeón”
“Miren”, se dijeron unos a otros los gorriones, “es el Gorrión de Mondión”.
“¡Y toca el acordeón!” Agregó otro, aunque ninguno se preguntó quién era exactamente el gorrión de Mondión y por qué él afirmaba que era susodicho gorrión. Tales asuntos metafísicos no concernían a las mentes de los gorriones. Un gorrión sólo se limita a imitar lo que hacen los demás gorriones y, por lo tanto, empezaron a imitar al Gorrión de Mondión. ¡Pronto los acordeones de Mondión fueron famosos en todo el mundo!
Una vez captada la atención de los gorriones el hechicero-gorrión de Mondión puso en marcha la segunda parte de su plan: Se lanzó en picada hacia un enjambre de langostas y comenzó a picotearlas
“¡Que rico, ñame, ñame!” dijo, y enseguida los gorriones, que como se sabe siempre hacen lo que hacen los demás gorriones y si no lo creen vayan a una plaza y miren como hacen los gorriones, lo imitaron y comenzaron a comerse las langostas y otros insectos que ése día no la pasaron muy bien.
Contento por el éxito de su empresa, el hechicero-gorrión de Mondión volvió volando al castillo del Rey de Mondión.
Al verlo venir tan impetuoso hacia él con forma de gorrión, el Rey de Mondión se asustó y ordenó a los soldados que dispararan sus arcabuces. El hechicero-gorrión de Mondión maldijo la estupidez del Rey de Mondión, la de sus soldados y la suya propia mientras caía al piso revolcándose, escupiendo langostas y recuperando su forma original. Al contemplar al hechicero terrocero acribillado ante su trono, el Rey de Mondión cayó en cuenta la estupidez del hechicero terrocero, de la de sus soldados y la suya propia y, levantándose solemnemente anunció: El gorrión de Mondión ha muerto. Larga vida al gorrión de Mondión.
Vaya imbéciles!
*Cuento popular tramoyano.
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