Hace mucho, mucho tiempo, cuando no había nada mas que rocas y pasto; apareció de la nada un rey.
Y puesto que no había nada mas que rocas y pasto, -y no había nada parecido a un rey, - se llamó a sí mismo "El Rey".
Proclamando así su nombre, que también era de paso su condición, se sentó en una roca muy alta, -recordemos que al haber solo rocas y pasto había muchas rocas y muchas de ellas muy altas, -y dictó su primer edicto:
“El pasto y las rocas deberán permanecer separados por lo que el pasto y las rocas ya no estarán juntos si no apartados el uno del otro por una distancia determinada”
Y si bien el pasto no quería saber nada, las rocas -que eran muy sensibles a la autoridad, -obedecieron inmediatamente.
Desde entonces el pasto no crece mas sobre las rocas y todo gracias a El Rey.
*Narración tradicional burroca
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